miércoles, 22 de diciembre de 2010

CONTAMINACION LÉTRICA (IN)NECESARIA

EXCUSAS PARA SOBREVIVIR

A la intemperie esperamos carbones para esta edición y entre los abrasadores dientes invernales surgieron leños tiernos. Desde el firmamento hacia donde en ocasiones nos inclinamos para buscar estrellas o suplicar al altísimo una mano caritativa, el sol nos iluminó entre la lluvia y -buscando colores- nos perdimos en la inmensidad.

En esos menesteres, la nostalgia golpeó nuestra puerta, y cual lluvia gélida nos inundamos de cánticos poéticos y temporales letrados, que nos recuerdan que no tan sólo respiramos: miradas se dicen, poesías se llaman… Ipso facto un brindis exquisito nace brillante para este espectro y la rosa de los vientos nos suministra voces de otras latitudes vertiendo un tiesto de epítomes, volcado sobre el escritorio para mancillar estas hojas en un “arcoiris multiletrado”.

Pretextos nos sobran para sobrevivir. Un gesto, un abrazo y un beso lanzado al infinito, que cual estrella percibe susceptible el sangrado de las plumas y nos ordena impregnarnos de lírica.

Algunos tiemblan ante el rugir de la pluma, otros se enternecen al añorar primaveras, las musas sacan sus tickets para ser atendidas o simplemente usar coartadas para escapar de Enhedu o Hesíodo, quienes han desafinado sus liras y abandonado sus tabernáculos. Nosotros, sin embargo, saldremos a las calles a sembrar mariposas.